viernes, 8 de agosto de 2008

La explosión de cine clubes (Argentina)

Era cuestión de tiempo. Luego de eternas temporadas con una dieta exclusivamente a base de vidrio, el espectador cordobés se animó y dejó de comerlo. Los cines de exhibición comercial dan buenas películas, sí, ¡ese no es el problema, por Chaplin! El problema es que esas películas buenas son sólo dos o tres.
La gente se hizo esperar, pero ahora está empezando a pedir su rápido acceso al
derecho de la oferta. Está, básicamente, podrida. Sobre todo el espectador de 30 y pico en adelante, que ya fue a ver Kung Fu Panda ocho veces.
Pero el cinéfilo cordobés siempre fue radicalmente exigente.Recordar los apogeos históricos de los cineclubes de las décadas de 1960 y 1970. En este sentido, los trabajos de espacios como La Quimera y el Cineclub Municipal Hugo del Carril son ejemplo de persistencia y calidad. El Cine Teatro Córdoba, igual, pero aquí no se lo incluye porque ha madurado en sala de exhibición hecha y derecha.
En esta era de inédito monopolio, era lógico que el público local volviera a despertarse. Hoy tiene, la verdad, muchas menos razones para quejarse. Actualmente se puede acceder a toda una gama de propuestas cinematográficas variablemente recomendables, todas ligadas a la actividad cineclubística en cualquiera de sus manifestaciones,independientes, corporativas o bizarras.
El siguiente es un recuento de lo que básicamente existe en cartel. Haga su propia lista.

Miguel Peirotti
mipeirotti@lavozdelinterior.com.ar

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